Nuestra Parroquia de San Isidoro el Real ha estrenado, para el Adviento que nos prepara a celebrar la Navidad del Señor en este año 2019, una representación del árbol de Jesé, o sea, el árbol genealógico de los antepasados de Cristo. Son personajes que aparecen en las ramas de un tallo brotado del sueño de Jesé, quien sería el padre del rey David y que vislumbró, mientras dormía, el futuro de su descendencia.

En dicho Árbol de Jesé se han dado cabida también a los primeros hombres, Adán y Eva, y a los fundadores del pueblo, Abraham y Sara. De ellos y sus hijos nacieron Jacob –a quien Dios llamó Israel–, Moisés y todos los demás patriarcas. Luego vino, en la etapa de los reyes, el momento del propio rey David, figura de Cristo, que fue sucedido por su hijo Salomón. Los profetas iluminaron con su palabra la espera del pueblo, hasta que, de la casa y familia de David fueron hijos José y María, la madre de Jesús. También nuestro corazón late, con el mismo deseo que todos ellos tuvieron al esperar al Salvador, y así lo decimos muchas veces: «Marana thá», «Ven, Señor Jesús».

Junto con este signo nos acompañan, como todos los años, en el templo, otros no menos elocuentes: la corona de Adviento, cuyas luces se van encendiendo cada semana; la cuna vacía pero preparada; y una preciosa figura de María embarazada, con el Espíritu que viene, sobre su cabeza. Así reza el libro del Apocalipsis: «El Espíritu y la Esposa dicen: ven, Señor».

Y de este modo es como hemos ido recorriendo en san Isidoro el Real las primeras jornadas del Adviento, así como con la tradicional y muy arraigada novena de la Inmaculada, sagrada titular de gloria de nuestra Archicofradía parroquial, cuya solemnidad ya hemos celebrado el pasado día 8. Para los días que restan, tenemos programadas varias actividades: la bendición del Nacimiento parroquial; el festival de Navidad de los niños de la catequesis, juntamente con la parroquia de San Tirso, en el que se representará un Belén viviente, se interpretarán piezas musicales y se concluirá con un ágape fraterno (el miércoles 18); y, finalmente la recepción de la luz de Belén y la campaña, nuevamente con San Tirso, de los Sembradores de Estrellas, que recorrerán las calles del casco antiguo para felicitar cristianamente la Navidad y anunciar a todos nuestra alegría (el domingo 22).